domingo, 17 de mayo de 2009

Desalojo

Mi inquilina no cumple sus promesas.
Las relaciones están cada vez peor.
No me paga ni el alquiler ni las expensas.
Voy a hacerle juicio, aunque le tengo temor.

No siempre nos llevamos tan mal,
al contrario, al principio nos quisimos.
No hasta el punto de llegarnos a amar
pero, a pesar de todo, ¡sobrevivimos!

Últimamente descuida tanto la casa,
ya no se preocupa por ninguna de las dos.
Solo llora por lo que le pasa
y no escucha ni mis lágrimas ni mi voz.

La veo tan triste y abandonada
como mi casa, que ocupa sin paz ni calma,
que terminó por contagiarme las ganas de nada.

Tras tantos años de relación me rindo, y me desalma
mandarle un abogado, ella será echada.
Voy a desalojar a mi alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario