lunes, 22 de agosto de 2011

En otra vida


En otra vida


Ese viejo y blanco fantasma de un hombre que murió a mediados de los 60 se durmió en el patio de la casa tras una noche agitada de juerga con otros fantasmas del viejo edificio, doblado por el cansancio y la borrachera, en el respaldar de una silla. Se despierta todavía bajo los efectos del alcohol dentro de un lavarropas. Quiere salir, se desespera, pero todo lo que intenta es inútil, está encerrado, apretado, con el cuello torcido y con un pulóver de lana que lo está ahorcando. De repente oye un ruido de algo que inicia un proceso y siente agua en la ropa que lo humedece, lo moja, que lo empieza a cubrir.
Siente frío, que se ahoga, tiene miedo. Enseguida arranca el lavarropas, empieza a girar y a sentirse mal. El aparato para, arranca, para y arranca, carga, centrifuga y siente que se marea, que se ahoga.
Tose mal y de repente por culpa del jabón en polvo. Casi devuelve cuando meten el suavizante para la ropa. Ve por la pequeña ventana circular que parece la claraboya de un barco, que es la puerta del lavarropas, como gira y gira el mundo si que el se pueda bajar. Siente que se vuelve loco, pierde el conocimiento, se despierta, ¿será esto morir para los fantasmas?
No entiende nada. Lo sacan medio abombado y moribundo y cuando cree que por fin llegó la paz lo meten en el secarropas, otra vez encerrado pero en un lugar aún más chico. Ahí directamente gira a mucha velocidad y pierde la conciencia de quien es. Entra en shock, pierde la memoria.
Cuando despierta, absolutamente perdido, le duele todo. Solo recuerda vagamente la juerga de la noche anterior, el sexo, la droga, el alcohol, y ve que está colgado bajo el sol abrasador de ese diciembre, y sujeto por tres o cuatro broches a la soga del patio.
No recuerda nada, no sabe quien es. Una ráfaga del aire caliente de ese cruel mediodía rebota contra el piso de baldosas y sube hacia sus pies, y lo hace flamear y sentir casi pudor y picardía por quedar al desnudo. Una sensación extraña lo invade.
Ahí recuerda quien es, o quien quiso ser. Se siente Marilyn Monroe.


martes, 16 de agosto de 2011

Presentación oficial

Presentación oficial



De la mano con mi hijito por Guido y Alvear
Lo miro y le digo: “-hijo, te presento a los burgueses.
Compran todo lo que se puede comprar
Son elegantes, lindos, distintos, las más de las veces.


Tiene estancias, fábricas, gobiernos, países.
Caminan erguidos como con un palo en el orto.
El tostado del burgués es perfecto, no cagan mierda sino eses.
Nos dice siempre lo que tiene que decir, nunca se queda corto.


No caminan nuestras villas, pero vuelan millas para sus visados.
Son creyentes de un Dios que los avala tras varios nombres.
No pasan hambre, porque están en todos los desaguisados.
Viven sin trabajar, y hacen que no te asombre.


En los laboratorios de sus escuelas hay hamsters y no ratas.
Nos tratan de vos, y nosotros los tratamos de usted.
Son fachistas, masones, gorilas, demócratas.
Tienen purificadores de agua. Nosotros diarrea estival y sed.


No saben cuanto sale un bondi, ni lo que es tener que madrugar.
Están siempre de punta y dientes en blanco, y de buen humor.
Nos explican como vivir, como coger, como pensar.
Tienen patas de lana para sus fracasos del amor.


Aun muertos no se juntan con los muertos pobres.
No se como llamarlos aunque tienen dos o tres apellidos.
En sus countrys cerrados el río llega a sus pequeños puertos.
No necesitan arengarse: “…ricos del mundo uníos”


No usan los clasificados de Clarín, si los fúnebres de La Nación.
Hacen el amor, el amor no los hace.
Sus poetas son pecho frío, son de terror.
Su valía es nuestra plusvalía, mal que nos pese.

Juegan al rugby, al golf, al squash, al pato.
Tienen tanta sensibilidad como una maceta.
En sus clínicas privadas no existe el mal trato.
Sus mujeres están en Caras. Son caras y caretas.


Hijo, te doy un consejo, si querés ser vos no te transformes en boss.
Te presenté a los burgueses, son todos una porquería.
Algún día entenderás porque estoy poco tiempo con vos,
Por tu futuro y nuestro pasado, los combato casi todos los días”.







miércoles, 10 de agosto de 2011

Así

Así


Como a una asamblea,
como al pan recién horneado,
como a la Luna de enero,
como a un soneto añejado,
como a la toma fábril,
como a esos ojos de gata
como a mis 30.000,

como a un jazmín desflorado,
como al hijo de mi lumbre,
como a Soviet y Octubre,
como a tinta de mimeógrafo,
como a plantarse a la yuta,
como arder con palabra,
como a compañeros de ruta,
como a mano generosa y sabia,
como a noche en sus adentros,
como ir a su encuentro,
como al mar enfurecido,
como a la risa de mi sobrino,
como al correr a un carnero,
como a un aguacero en enero,
como a la noche
como a la garra del León bolche,
como a los acordes en mi guitarra,
como a la palabra compañero,
como a la tortilla con chicharrón,
como al mañana de barricadas,
como a la revolución,
como al picado en cancha embarrada,
como a los tiros hacer la segunda,
como una buena tunda,
como a la justicia obrera,
como a un caño o una pisada,
como a mis sueños de veras,
como a la compañera,
como al coyuyo y al mistol,
como al verbo camarada,
así busco el amor.