viernes, 4 de junio de 2010

SE LAS VAN A VER NEGRAS


SE LAS VAN A VER NEGRAS

Por Johan Esburgo ( enviado especial de este blog al mundial de Sudáfrica)

Luego de la vacuna contra la fiebre amarilla y los 600 pesos que me salió la cometa por el pasaporte finalmente llegué al momento de iniciar viaje a Sudáfrica. Me tomé el 86 hasta Ezieza con dos bolsos , una valija y las miradas atónitas de los pasajeros. Ya en el avión vimos viajando con nosotros a varios Hinchas Caracterizados ( burdamente llamados barrabravas argentinos) que no pararon en todo el viaje de agradecerle con cánticos y vítores a Maradona, a la AFA y a Aníbal Fernedez por el viaje. Salvo que varias veces se paraban en los asientos y los usaban como paravalanchas el vuelo fue tranquilo. La azafata, digo azafata en singular porque solo una aparecía ( mis fuentes dicen que hubo un sorteo y ella fue la sorteada) nos avisó que estábamos llegando, que nos coloquemos los cinturones de seguridad y que nos preparemos, que el tiempo no era muy bueno. Le pregunté, timorato: -¿Hay disturbios? - No, no señor, por favor, me dijo. Los disturbios comenzarán al bajar los barrabravas. Tras un larguísmo viaje que precedió a una revisación más que minuciosa en el aeropuerto de nuestras partes íntimas, pero que fue leve en relación a la que les hicieron los muchachos hinchas caracterizados a los que decían no tener plata para ayudarles a alentar mejor por el equipo argentino, un taxi que parecia manejado por un porteño por las vueltas que dió y lo que me cobró, me depositó agotado en Pretoria. Pasé antes de ir a la pensión por la concentración argentina y unos toldos gigantes todo lo tapaban, incluso las aspiraciones maradonianas. Solo se escuchaba un rezo de sincero agradecimiento que estaban haciendo Garcé, Heinze, Palermo y Mancuso. Mientras Lío Messi ni sospechaba que alguien pudiese andar a esas horas por el barrio pispié que le escribía a su mayordomo por el Twiter -¡36 seleeciones en el mundial y me toca jugar en este equipo! Estoy cayéndome de sueño pero no paro de pensar en los 45 días de concentración antes del mundial 86, en comparación a los días "de entrenamiento" en Buenos Aires la última semana, donde se reunian a las 16hs y tras una horita de agotador trabajo se decían "tasa, tasa cada uno para su casa" o para el cabarute y pienso en los morochos de Nigeria que nos tocan en el primer partido. Solo me da por comentarles, queridos lectores, que Argentina va a estar como España con los inmigrantes : los negros se les van a meter por todos los costados. Me voy a dormir, acá son las 23.30 hs y mañana me voy a levantar temprano a ver si me consigo unas facturitas de grasa para el mate o tortilla santiagueña. En la próxima entrega les empezaré a contar sobre los trabajos que harán los hinchas caracterizados para sobrevivir hasta el final del mundial. Buenas noches. Goeie nag

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