domingo, 6 de junio de 2010

Con los barras y a las corridas


Por Johan Esburgo, enviado especial a Sudáfrica No se hasta que hora estuvo la música en la concentración la madrugada del domingo. Al fin y al cabo fue el último finde antes del debut y de que lleguen las esposas. Me despertó mi nuevo amigo el "Piraña", de la banda de Chaca, con quien el sábado tarde recuerdo haber estado negociando favores mutuos. Tomamos una taza de algo parecido al té pero más fuerte con unas galletas y nos fuimos al asado con los muchachos. Mientras íbamos caminando a la escuela donde están parando me contó que habían invitado a un montón de periodistas, que querían explicarles como viajaron, como viven, y si no entienden al final entenderán de una forma u otra- Je,je, me dijo (Aclaración. Esto lo escribí en una escapada mientras se terminaba de cocinar la carne porque el té se ve que me había hecho efecto, necesitaba ir al abaño y el de la escuela es impresentable. Así que me fui a la pensión y escribí esto. Después...) Después llegué otra vez a la escuela y los muchachos ya estaban calentando el pico cantando y haciendo cantar a unas damajuanas de tinto que no se si habrán llevado en el vuelo. Todo estaba muy animado y todavía no había llegado nadie del cuerpo técnico cuando empezaron a a sonar varios celulares a la vez, como en las películas de suspenso yanquees y, las caras se fueron transfigurando, se pararon, llamaron a algunos colegas barras con los mismos colores y se fueron retirando disimuladamente. Cuando me dí cuenta quedamos con el morocho sudafricano que estuvo un tiempo en Rosario y aprendió a hacer asado, y eso estaba haciendo , y un puñadito de periodistas que tenían más hambre que yo. El Piraña se acordó de mí y volvió para decirme que los de 42 hinchas de la barra de Lomas , que son de Boca y son los que viajaron con los jugadores de la selección, les cayó la cana y los están por deportar. Y se fue rapidito, y yo me acordé que hace unos años fui de la barra de Defensa y Justicia y que mi pasaporte no se si es muy legal y me fui a la mierda. Agarré los bolsos de la pensión antes que se hiciera de noche y empecé a caminar buscando un lugar tranqui donde pensar. Mientras decido si ir a la Embajada Argentina a averiguar sobre mi situación será peor o mejor, me vulevo para la concentración en Pretoria. Me lo cruzo a Bilardo con el que que están varios que ví en el asado diciéndole que mejor que les dé las entradas que les prometió. Ya en off y volviendo al fútbol el Doctor me contó que el Diego probó con tres en el fondo y Tévez de entrada pero que no sabe que va a pasar porque a el no lo dejan entrar a la concentración. Más tranquilo, no se porque, pude hablar con varios periodistas y uno, que no puedo dar el nombre, me ofreció que me fuera con el al hotel, que me harían pasar por un empleado, que una mano lava la otra. Lo único que me dió un poquitín de resquemor es que el susodicho periosita es un tanto amanerado. Ahora que ya me puse al día les cuento que hoy martes me cruzé con varios barrabravas en la calle. Y se las están rebuscando. En un par de semáforos están con un balde, un par de secadores y unas rejillas, limpiando los parabrisas de los autos. Los conductores los ven sonriendo, no entienden mucho. Los conductores blancos son los que más raro los miran pero cuando ven que en los brazos desnudos por las musculosas hay alguna que otra cruz svástica tatuada los dejan hacer con una sonrisa cómplice. Uno de los muchachos me dijo que hacen entre 70 y 80 pesitos por día y mientras cada tanto le gritan al deportado Bebote de la banda del Rojo y de las Hinchadas Unidas: ♫y ya lo vé, y ya lo vé, es para Bebote que lo mira por TV♫ Ya estoy en el hotel, esto es un lujo. escribo mientras mi nuevo compañero de cuarto llega muy acalorado e indiganado porque le mandaron unos videos sobre el ataque a la sexualidad que le hacen a Ricky Fort. Se saca la camisa y se me pone a la espalda a leer en la notebook lo que escribo. Lo corro amablemente. Volviendo al fútbol pienso. España está jugando ahora con Polonia, Brasil jugó ayer, Chile juega mañana. Argentina, en tanto, jugó con Canadá, equipo al nivel del que tenemos en la metalúrgica de San Martín, hace 15 días y después nada más. Con Bielsa llegamos al mundial de Corea-Japón con el equipo demasiado cocido, con Diego parecería que el equipo está medio crudo.
Entre barrabravas, poco trabajo en equipo, podemos decir que en Pretoria el horno no está para bollos.

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