miércoles, 9 de junio de 2010

Hablemos de fútbol


Hablemos de fútbol

Por Johan Esburgo, enviado especial a Sudáfrica

Tras tantos inconvenientes desde que llegué a Pretoria por fin esoy más tranquilo. En un buen hotel, con un compañero demasiado cariñoso para mí gusto pero es lo que hay, con las acreditaciones para entrar a ver todos los partidos ya en la mano y para no sentirme deprimido por estar solo todas las nochecitas me encuentro con unos porristas sudafricanos con los que nos divertimos un montón. Hinchas de Sudáfrica hay pocos en la calle.
Así que hoy me puedo dedicar de lleno al fútbol. ¡ Y el día que lo hago de lo que me vengo a enterar! Ya a esta altura la noticia les habrá llegado ¿Será cierto que se lesionó Messi?¿Ya estaba lesionado y por eso no jugó con los vulantoriosos de Canadá?¿ Por eso es que las prácticas no se pueden ver, no hay doble turno, solo gimnasio livianito por la mañana y fútbol más en joda que en serio por la tarde?
Los "Toti Pasman Periodist", que la tienen adentro, capaz se equivocaron al pensar que esta forma de concentrar tan light del Diego, iniciada en Buenos Aires, no es porque no entiende nada o porque no puede manejar al grupo de las Play Station sino porque el ancho de espadas que tenemos está entre algodones. Lleva 65 partidos en la temporada pero no podemos olvidar que Verón, 15 años mayor, lleva 60.
¿Pastore?¿Tevez lo reemplazarían? Por las dudas el Kun Aguero anda para todos lados con la foto de su hijito metiéndole presión al suegro, pero ni así me parece.
Alguien de adentro me dijo que Lío juega igual ante Nigeria aunque le tenga que pedir las muletas prestadas a Heinze.
Un párrafo final para los que me están acusando de contrera, que me escriben al blog y me putean más que a Aníbal Fernandez. Les digo que mi sangre sudafricana no me está traicionando y para demostrarles lo que creo en esta selección de Maradona les digo que redoblo la apuesta. Si Argentina sale campeón doy con el Diego la vuelta olímpica en bolas, caminando con las manos y para atrás alrededor del Obelisco. ¡Vamos carajo!

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