jueves, 16 de febrero de 2012

Tres palabras

Tres palabras




Desde que me hice trosko,


allá por mis 17,


hice lo mejor que pude.


Milité, amé, estudié,


construí tres centros de estudiantes,


una comisión interna y media,


fui dos veces delegado,


me echaron, me peleé con todos,


me amigué con pocos,


recluté por docenas,


no olvidé ni perdoné,


escribí versos apagados y otros incendiados


puse el cuerpo


y la vida


en la Villa Martelli de Seineldin,


contra la patota de Sanidad,


en La Plata de la LES,


el 20 de diciembre en Plaza de Mayo.


Desnaufragué.


Un solo pelo de varias me arrastro más que yunta de bueyes.


No aprendí a hacer música


pero si a disfrutarla.


Me equivoqué, me volví a equivocar


Rebelé, revelé


Perseguí mis nueve lunas


y el rocío de su risa desvelada.


Conté cuentos y conté dolores


Hoy que ando medio cansado y perdido


hay tres palabras que me siguen marcando el camino:


revolución, compañera, poesía

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