lunes, 16 de enero de 2012

18 segundos, 200 años

“La historia de Haití es, sin duda, de una grandeza impresionante: como que está hecha con la sangre de un pueblo acostumbrado desde su nacimiento a luchar y morir por sus derechos”. Nicolás Guillén



"El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción.” Montesquieu


“Para avanzar en redactar el acta de independencia, nosotros hemos necesitado por pergamino la piel de un hombre blanco, su cráneo para escribirlo, su sangre por tinta y una bayoneta por pluma” Boisrond-Tonnerre, redactor del acta de independencia haitiana






18 segundos, 200 años






Haití, mas por ti que por mi


hace 200 años te pariste sola, libre y rebelde:


480 mil esclavos negros contra el imperio francés


y apenas 20.000 dueños blancos


Tus jacobinos negros, Quilombolas o esclavos sublevados,


pelearon 12 años por ser libres,


y vieron que solo lo serian rompiendo con el imperio


La revolución francesa anuló toda tipo de esclavitud


pero el 18 Brumario Bonaparte escribió la venganza (y así le fue):


enterraste a 18 de sus generales


con la sangre de un tercio de los tuyos.


90 millones de francos oro y siglo y medio después


Francia no tuvo más remedio que reconocerte,


pero no se olvidó. A Aristide no le quiso devolver tu oro


Un padre de la patria, Thomas Jefferson, encarcelaba en Carolina del Sur


a cualquier marinero negro en puerto, por el contagio.


(tenían en EEUU medio millón de esclavos)


Simón Bolívar, otro padre, olvidó los siete barcos, armas y soldados que le diste


después que lo derrotaron los españoles,


y no te invitó al congreso de las nuevas naciones americanas,


pero sí a Gran Bretaña.


Los United Snakes te ocuparon de 1915 a 1934


y no se fueron hasta cobrar las deudas del City Bank


y derogar la prohibición de vender plantaciones a extranjeros.


En 1937 el dominicano Trujillo asesinó 18 mil negros en la frontera y pagó refunfuñando 29 dólares por muerto.


Duvalier hijo de Papá Doc del lado de adentro agregó 40.000,


el padre, otro hijo de, muchísimos más


Desde 2004 la ONU “controla la paz de tus muertos vivos”


con 10.000 Cascos Azules latinoamericanos, la Minustah.


El presupuesto anual de la misión es de 600 millones de u$s igual a todas las exportaciones


El jefe de policía es un guineano


Los Cascos reprimieron y mataron en Cité Soleil, Puerto Príncipe, Les Cayes, varias veces ¿20, 30, 40.000?


¡Haití, ay de ti. Pero a todos te le plantás!










Tus 9 millones, pobres, rebeldes, les sobran al capitalismo


Tu mitad de más de 15 años es analfabeta.


El 10% más humilde tiene el 0,7%, de la riqueza y el 10% más rico el 48%.


8 de cada 10 sobreviven con menos de un dólar diario y está desempleada.


El 40% de la población no tiene agua potable.


Tres de cada cuatro casas, de madera y lata, no tienen cloaca.


No hay recolección de basura.


La tasa de mortalidad infantil es del 59,7 por mil, la más alta de América.


Sólo 1 de cada 4 partos son atendidos por personal médico.


La expectativa de vida es de 49 años.


¡Y todo esto antes del terremoto!






Los 18 segundos que duró el terremoto recordaron tus 200 años, y te devolvieron los ojos del mundo


Gracias a el, la ONU sigue cuidando la paz capitalista,


a los pobres y sus revueltas permanentes,


y que las fábricas maquiladoras de las zonas francas sigan funcionando.


Y cuidan que no te la agarres con quien debes.


EEUU mandó 10.000 marines en vez de agua, comida, y medicamentos


porque sos un eslabón de las avionetas colombianas


con cocaína a la Florida,


y hay mucho petróleo en tus negras entrañas.


Pero ojo, Clinton ya había mandado un barco de guerra


y una multitud lo hizo regresar a Guantánamo,


como a Napoleón dos siglos atrás.






Entre cañas de azúcar, cerdos sagrados y capoeira


la tierra te desgarró desde adentro


y derrumbó las chapas de tus casas,


y llenó las grietas de pobres orgullosos y hambrientos.


Devastado por los imperialismos y ahora por la naturaleza,


el de la mano de obra más barata del mundo,


el hambreado y asaltado por terremotos y soldados


que matan por denarios y por ideas


y que sangra en cualquier rincón que se mire.


Entre 300.000 muertos tus niños perdidos, huérfanos,


deambulan famélicos entre cadáveres,


sin baño, comida, agua.


Duermen entre harapos (como antes del 12 de enero de 2010)


pero ahora solos y lejos de los edificios


por miedo a otro derrumbe.


Los yates privados, cuidados por los Cascos Azules,


siguen sus millonarios y ahora bizarros tours en Puerto Príncipe.


País de negros y mulatos, poblado, paupérrimo y hambriento


si fueras un Banco en crisis


miles de millones ya te hubiesen llegado.


En cambio te mandan 142 millones y 23.000 soldados para cuidar que no te lastimes y que olvides el Creole y la protesta.


(y también los otros, 600 médicos cubanos)


La deuda por tu llama negra y libertaria la ¨izquierda¨ latinoamericana


la paga, y quiere apagar, con asesinos y violadores de la Minustah


(soldados argentinos, brasileños, uruguayos).


Pero alguna chispa de tu brasa negra


saltará de la isla e incendiará


a quienes no quieren saber, te olvidan, oran por tu alma pagana,


y prenderá las praderas secas de la democracia latina,


cómplice callada de tus desgarros y del terremoto.


dios no existe pero si existiera seria blanco,


y el asalto al cielo lo harían negros, insurrectos, esclavos y pobres.


Haití duele, ¡Ay de mi si no se que hacer!


Cuando te levantes, otra vez temblará la tierra.





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